Compartió varios movimientos artísticos de su época, tales como el simbolismo, fauvismo, expresionismo, sin que por ello dejara de prácticar un cierto Neoclasicismo. A parte de sus dotes como pintor paisajista, su faceta más destacada, cultivó las artes del grabado, la ilustración y la alfarería. De su viaje por España, años antes del estallido de la II Guerra Mundial, tiene lugar su visión de Ávila, “La Cathédrale et la sierra”, en este caso desde la zona Norte. Sus obras se exponen en los principales museos europeos.
“La Cathédrale et la sierra” (1934). Pierre Girieud. Óleo sobre panel. Galería Rosini, París.